Torrejón se queda estas Navidades sin concierto de su Banda

Estas Navidades, por primera vez desde hace 28 años, los vecinos de Torrejón de Ardoz no disfrutarán del concierto de su Banda Municipal, disuelta tras la privatización de los servicios culturales del Ayuntamiento por el equipo de gobierno constituido después de las últimas elecciones municipales.

Banda de Torrejón
Foto: J.M. Ruiz

La banda fue creada en el año 1983 conjuntamente con una escuela de música, con el fin de que los niños y niñas del municipio tuvieran la posibilidad de aprender y de practicar lo aprendido. El Ayuntamiento pagaba el sueldo de su director y cedía los instrumentos, y los músicos tocaban desinteresadamente. Como explica Juan Manuel Ruiz, uno de los miembros ‘históricos’ de la agrupación que además ha formado parte de la comisión que ha tratado de negociar una salida con el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria de la escuela de música: “la banda y la escuela iban de la mano, funcionando de una manera ‘simbiótica’; la agrupación se nutría de los alumnos de la escuela, quienes a su vez podían hacer uso de los instrumentos de la banda para estudiar, no teniendo que hacer así un desembolso que a menudo no podían permitirse. De este modo además, la música se convertía en un arte ‘para todos’, y no únicamente para quienes tuvieran medios económicos”.

                           

En julio de este mismo año, la concejala de Cultura, Carolina Barriopedro (con la que ha sido imposible contactar a pesar de la amabilidad de su responsable de prensa, Juan Delgado) informó a los entonces directores de la escuela, Antonio Cano y de la banda, Juan Carlos Valera, de que la escuela de música iba a ser privatizada, aunque garantizó que la banda continuaría con su actividad. Una afirmación que quedó en entredicho cuando, al hacerse público el pliego de condiciones para el concurso de privatización, en éste aparecía la relación de la totalidad del material e instrumental utilizado por la Banda de Música, algo que impediría trabajar a la agrupación ya que un altísimo porcentaje de sus más de 60 miembros no disponía de instrumento propio ni podía costeárselo. Cuando Valera pidió explicaciones a la concejala, ésta le respondió que se trataba de un error que sería subsanado, algo que, obviamente no ocurrió.
 

Una vez resuelto el concurso, la escuela se adjudicó al grupo Tritoma, empresa de servicios de gran implantación en la Comunidad de Madrid, presente en escuelas de música y centros culturales de 14 Ayuntamientos del PP (en el de Madrid, en 19 de sus 21 distritos) y 3 del PSOE, además de en numerosos centros del Instituto Municipal de Deportes, la obra social de la Comunidad de Madrid, Metro Madrid, Caja Madrid y CosmoCaixa, entre otros.

Caja del Arte (sede de la Escuela de Música)
Foto: web del Ayuntamiento

El director de la banda, Juan Carlos Valera, fue citado en el Ayuntamiento para una reunión con el concejal de Festejos, Valeriano Díaz, la concejala de Cultura, Carolina Barriopedro, y el director de la recién creada 'Caja del Arte' de Torrejón, David Utrilla que, según cuenta, le comunicaron que la banda debía convertirse en asociación cultural y que sus miembros tenían que devolver los instrumentos al ayuntamiento: “Primero me dicen que quieren nuestra continuidad; que nos convirtamos en asociación y a continuación, que tenemos que entregar nuestras herramientas de trabajo. Les dije que sin instrumentos la Banda se disolvería, porque ya no podría ensayar ni tocar”.
 

Ante esta situación, los miembros de la banda decidieron negociar directamente con la nueva gerencia de la Escuela de Música de la Caja del Arte ofreciéndoles, a cambio del uso de los instrumentos y de conservar a su director, una agrupación musical completamente formada en la que sus alumnos podrían ir integrándose (con lo que eso supone en cuanto a motivación y posibilidades de prácticas para todo estudiante de música) y que además supondría una importante y continuada publicidad para la institución. La Escuela no aceptó (aunque su director,  David Utrilla, antiguo trabajador del consistorio, niega rotundamente que sea cierto que, cuando uno de los miembros de la comisión negociadora le reprochó que con su negativa perdía 46 músicos, el respondiese: “pero gano 46 instrumentos”) y realizó una contrapropuesta que los miembros de la banda rechazaron casi por unanimidad: que todos los componentes de la misma pagasen matrícula y una cuota mensual y que el director fuese elegido por la gerencia de la escuela.

                             

En estos momentos, en la escuela de música gestionada por Tritoma se ha creado por orden del Ayuntamiento, según afirma el nuevo director (algo que no ha sido posible confirmar ni con la alcaldía ni con la concejalía de Cultura) una asignatura de ‘Música de banda’, con el fin de formar músicos para crear una nueva banda con la que esperan firmar un acuerdo con la concejalía de Cultura similar al que tenía la agrupación anterior. Utrilla niega que se “le hayan quitado los instrumentos a los músicos de la banda”, porque asegura que “estos siempre han sido de propiedad municipal y han ido pasando de unos manos a otras según unos músicos se han ido desvinculando de las actividades de la agrupación y otros se han incorporado a ellas”, y asegura que desde luego, la intención de la escuela no es ganar dinero con la banda. 


Juan Manuel Ruiz, resume la situación: “es todo tan rocambolesco que si el desenlace no fuera tan triste parecería una broma. Los músicos de la banda no pueden tocar porque no tienen instrumentos. En la escuela tienen instrumentos pero no tienen músicos que los toquen. El Ayuntamiento, tras privatizar la cultura que nos pertenecía a todos, no sabe, no contesta. Y el resultado es que los ciudadanos de Torrejón se han quedado sin música”.

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