ENTREVISTA: CARMEN MAESTRO MARTÍN Presidenta del Consejo Escolar del Estado
Foto: Consejo Escolar del Estado |
La función principal del
Consejo Escolar del Estado es asesorar al Gobierno en materia
educativa respecto a los proyectos de ley o reglamentos que puedan
ser propuestos. Está integrado por sectores como el de alumnos,
padres, docentes, representantes sindicales, empresariales y
universitarios, entre otros. Juntos participan en la preparación de
propuestas, dictámenes e informes. “El Ministerio de Educación
acepta las propuestas que hacemos casi en un 80 por ciento”, afirma
su presidenta, Carmen Maestro Martín (Madrid, 1954).
Pregunta:
¿Qué consecuencias ha producido la crisis económica en el alumnado
inmigrante?
Respuesta:
Tras 10 años de crecimiento espectacular, sobre todo en infantil y
primaria, se han estancado las cifras de inmigrantes en las aulas,
también por la vuelta de los padres a los países de origen.
P:
El informe revela que algunos centros escolares llegan a albergar un
70 por ciento de inmigrantes. ¿Lo considera negativo?
R:
Sí. No me gusta utilizar ese término, pero se crean guetos.
P:
¿En
qué resulta problemático?
R:
El único problema es que para una real y efectiva integración no
debería haber un porcentaje muy alto de inmigrantes en una escuela
porque si no la integración no se da.
P:
¿A qué se refiere usted con “integración”?
R:
Una integración plena de derechos que se tiene que dar en el plano
social, político y económico. Tiene que haber un deseo por parte de
la persona de conocer las costumbres, la cultura, etc. No hablo de
una aculturación, pues hay que respetar siempre la cultura del que
viene. La
integración tiene que venir por las dos partes, pero hay que tener
claro que el país que recibe es el país que tiene que marcar sus
improntas culturales. En este contexto la educación es una palanca para el éxito.
P:
¿A qué es debido esta afluencia masiva de alumnado inmigrante en
ciertos colegios?
R:
Los padres eligen, normalmente, el centro escolar más cercano al
domicilio familiar. Si tenemos en cuenta que hay barrios donde la
presencia de inmigrantes es muy grande, se llega a alcanzar estas
cifras.
P:
¿Qué consecuencias se derivan de esta situación?
R:
Estos centros suelen ser complicados porque el profesorado tiene que
abordar otros problemas, por ejemplo, cuando los alumnos no dominan
bien la lengua, o tienen problemas económicos o sociales... y no hay
recursos suficientes para ello. No se puede dar el mismo dinero a un
centro con este tipo de problemas, que a otro donde van alumnos de
clase media. Estos centros escolares son tachados de problemáticos e
incluso cuando se supera un porcentaje de alumnos inmigrantes dejan
de matricularse los alumnos nativos del barrio.
P:
¿Cuando habla de la lengua se refiere a la problemática de
aprender español?
R:
Después de cinco o seis años hablan castellano perfectamente. Más
bien es un problema de comprensión lectora. Estos niños leen pero
no pueden explicar lo que leen.
P: El rendimiento escolar de los niños inmigrantes es inferior al de
los autóctonos, también para los latinoamericanos, quienes no
tendrían tantos problemas con la lengua...
R:
Influye mucho el nivel cultural de los padres. Si la familia es
analfabeta o tiene un nivel cultural bajo, la cultura no llega al
niño. Tenemos constancia de experiencias muy positivas cuando
también se escolariza a los padres.
P:
El informe da a conocer que las cifras de abandono escolar
todavía son relevantes, así como el bajo porcentaje de inmigrantes
que tras la educación obligatoria prosiguen con sus estudios.
R: Aunque
la
tendencia
ha
mejorado
mucho
en los
últimos
años,
en muchos
casos
los propios jóvenes tienen sensación de fracaso debido
a
nuestro
rígido
sistema
educativo.
Es
importantísimo aquí las expectativas de las familias. Muchas
desean que acaben cuanto antes para que se pongan a trabajar, sin
darse cuenta de que eso es pan para hoy y hambre para mañana.
También
influye la capacidad del profesor que confíe en el alumno y le
motive, aunque tenga resultados malos.
P: ¿A
qué se refiere cuando dice que el sistema educativo español
es muy rígido?
R:
Si
alguien no termina la
Educación Secundaria
no tiene derecho a título ni a nada, aunque se haya pasado
16 años estudiando,
como si fuera analfabeto. El
año
pasado
se ha empezado a aplicar el dar un papel indicando las competencias
que tienen esos
alumnos,
aunque
oficialmente no hayan terminado los estudios.
P:
¿En estos centros problemáticos de los que hablaba al principio se dan problemas de violencia?
R:
Sí, aunque no es un fenómeno masivo. Los centros educativos no
generan la violencia, sino el ambiente de exclusión en general.
Muchos jóvenes se intentan proteger haciéndose los “gallitos” y
se originan pandillas, y se crean problemas de convivencia. Hay que
invertir en educación, más que en policía.
P:
¿Qué sería necesario para evitar estos problemas en
determinados centros?
R:
Habría que evitar que se concentrara más de un 30 o 40 por
ciento de inmigrantes en un centro escolar. Se podrían facilitar
becas de alimentación y transporte para que algunos niños se
pudieran desplazar a otros centros, respetando el derecho a elegir de
los padres. Por otra parte, es injusto dar el mismo dinero a estos
centros escolares que a los demás, cuando tienen diferentes
necesidades.
P:
¿Repetir curso no es la solución?
R:
No. La solución no es meter a los repetidores con aumnos más
jóvenes. Hay que hacer algo más por ellos. Cada persona tiene un
ritmo diferente y no se puede tachar a alguien de tonto y meterlo en
la clase de los tontos, sino que hay que ayudarlo. Las dificultades
hay que detectarlas al momento, y sobre todo de 6 a 9 años. Debería
haber un profesor que se encargara de estos alumnos como si fueran su
padre. También necesitamos un asistente especial o alguien
relacionado con grupos de riesgo, no podemos dejar esta tarea al
profesor.
P:
¿Habría que aumentar los fondos gubernamentales?
R:
Más inversión y además más eficiente. Es mucho más barato
dedicar más profesorado en edades tempranas de apoyo que el gasto
generado por las repeticiones de curso. Hay buenas experiencias que
muestran que la solución no es bajar el número de alumnos por
clase, sino que hayan dos profesores en un aula. Hay que evaluar
constantemente lo que hay, para ver si las medidas que se aplican
funcionan, y no alargarlo hasta el infinito.
P:
¿Qué opina de los recortes educativos en un contexto de crisis
como el actual?
R: Me parece que es lo
útimo en que se debería recortar. La mejora en la educación es un
proceso lento, pero el retroceso es rapidísimo. Y si hubiera que
recortar, al menos no debería ser de forma indiscriminada, sino
recortar donde hiciera menos falta. Se habla mucho de economía, pero
el capital humano también es vital.
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