Madrid, 9 de diciembre de
2011.- Ayer se presentó una campaña pro derechos humanos en la
ciudad de Houston, perteneciente al estado de Texas, situado en el
sur de Estados Unidos. El promotor de la misma es una plataforma
compuesta por varias organizaciones de inmigrantes denominada
“Houston Unido”. Bajo el lema de “Cuenta tu historia”, se
propone recaudar testimonios de inmigrantes que hayan sido detenidos
o juzgados según los nuevos programas federales de inmigración
implementados por el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama.
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Este proyecto se
posiciona en contra de la legislación 287(g)
y su enmienda, el programa “Secure Communities”, el cual se puso a prueba en 2008 en Texas y la
administración de Obama lo extendió a más jurisdicciones. Estos
programas otorgan poderes a los policías locales “Secure
Communities” para que se conviertan en agentes de inmigración. De
esta forma tienen facultades para detectar y deportar a inmigrantes
indocumentados con antecedentes, papel que antes tenía
exclusivamente el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas delos Estados Unidos (ICE). Desde “Houston Unido” se quejan de que
en la práctica estos programas sirven para llevar a cabo detenciones
indiscriminadas de inmigrantes sin papeles y que fomenta la violencia
y los malos tratos.
Una de las organizadoras
del proyecto, Marianela Acuna expresó que “el proyecto está
diseñado para mejorar el entendimiento sobre los efectos de estos
programas federales que tienen como blanco a la población
inmigrante”, y que además cumple también la función de
“documentar los abusos cometidos como resultado de su
implementación”. Estos programas son criticados por su falta de
transparencia y por haber conducido a “miles de inmigrantes a
procesos de deportación”.
Durante cuatro días los
inmigrantes pueden acudir personalmente a diversos lugares para
ofrecer su testimonio. El consulado de México en Houston se ha
prestado ya a esta tarea, así como algunas asociaciones religiosas y
otras pro derechos humanos de la ciudad. “Queremos asegurarnos que
las voces de las personas afectadas por estos programas están siendo
escuchadas, ya que sus historias son esenciales para promocionar los
derechos de los inmigrantes”, defiende Acuna.
Aunque en Estados
Unidos la materia inmigratoria es de alcance federal, en los últimos
años los estados han comenzado a elaborar sus propias leyes, muchas
de las cuales se encuentran paralizadas por la Suprema Corte de
Justicia de Estados Unidos. Por ejemplo las polémicas Ley Alabama
HB56 y Ley Arizona SB 1070, firmadas por los gobernadores de sus
estados en 2010 y 2011 respectivamente. Estas leyes criminalizan la
indocumentación de inmigrantes, instan a la policía a comprobar el
estatus de personas sosprechosas de ser ilegales o faculta a las
escuelas a mirar el estatus legal de sus estudiantes, entre otros
aspectos. El profesor de sociología de la Universidad de Notre Dame
del estado de Indiana, Jorge A. Bustamante,
opina que estas leyes son “inconstitucionales” y que están
siendo impugnadas por “más de diez Organizaciones No
Gubernamentales” (ONG) y por la oficina de Obama. El sociólogo
las considera racistas “en la medida en que el color de piel acaba
siendo en la práctica el criterio principal que determina las
detenciones y expulsiones de migrantes”.
Por su parte, el
presidente de la Asociación Cultural Catalano Mexicana, César Cárdenas, denuncia que muchos mexicanos en
Estados Unidos -la población inmigrante más abundante en este país-
viven en “condiciones infrahumanas y de semi exclavitud” a nivel
laboral. Precisamente cree que estas leyes no van a salir adelante
porque EEUU “ requiere mucho de la economía sumergida para sacar
adelante el país, y por tanto les conviene tener indocumentados”.
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