18 de noviembre de 2011.-
Sede del PP en Vigo |
„Me da miedo que gane el
PP las elecciones“, asevera el antropólogo y profesor de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Ubaldo Martínez Veiga. Su discurso de izquierdas contrasta con la
ubicación de su vivienda, una zona adinerada „muy facha“ al
norte de Madrid, cerca del estadio de fútbol del Real Madrid: „las
paredes del barrio están llenas de pintadas neonazis“. Es un
investigador especialista en temas migratorios que considera que los
españoles en general „dicen que no son racistas, pero luego son
unos brutos“.
„Conozco de cerca el
tema de la inmigración porque mi padre es de Ceuta y viajo allí
mucho“, afirma -al otro extremo de Madrid- el número tres del
Partido Popular (PP) en Fuenlabrada, Sergio López. La sede del PP en
este municipio comparte planta con la cadena de radio Cadena Ser.
Son unas malas fechas para realizar entrevistas, „estamos muy
atareados con todo esto de las elecciones“, se disculpa la jefa de
prensa del partido. El entrevistado se asoma por una puerta y saluda
con un beso en cada mejilla. Es un político joven, pero „viejo
para seguir en Nuevas Generaciones“.
El tema inmigratorio
no está exento de polémica en campaña electoral, sobre todo en una
coyuntura como la actual, en la que los discursos se centran en la
crisis económica. El Partido Popular planteó el controvertido „contrato de integración“, el cual a día de hoy ya no se
encuentra en las propuestas que este partido hace sobre la
inmigración en su página web.
“En muchas empresas los
inmigrantes extranjeros no se integran por muchos motivos, como el
ramadám o las cuestiones de la hora del rezo. El contrato de
integración sirve para que se integren en el mundo laboral. Tienen
que entender de que están en otro pais y que tienen que adecuarse a
las normas, y a la forma de vivir en ese país, a
horarios, costumbres, etc.”, afirma López. Contundente, se
muestra por su parte el antropólogo: “El contrato de integración
es una majadería, es una manera de que la gente pudiese dejar sus
tradiciones y aquí ser católicos, apostólicos y romanos”.
Martínez Veiga cree que
si gobiernara el PP supondrá “un deterioro en las condiciones de
los inmigrantes”. Frente a esto, el joven político defiende las
tesis de su partido y sitúa al inmigrante como el mayor favorecido
de las medidas: “Ya es bastante difícil salir de tu país para
buscarte la vida, vienes solo y no tienes conocimiento de cómo
funciona el mundo laboral. Lo que se pretende es favorecer a la
inmigración cuando viene a nuestro país”.
Según el antropólogo el
PP ha suavizado su discurso a lo largo de su campaña electoral:
“Antes Rajoy ladraba mucho”, como decir que hay “más
criminalidad donde hay más inmigración”. López, a su vez,
confiesa “no haber leído el último programa electoral”, sino el
anterior “que causó revuelo”, e insiste: “si estás en otro
país lo mínimo es conocer el idioma, las costumbres, un poco de
historia”. Respecto a esto, Martínez Veiga lo tiene claro:
“Para cavar zanjas no hace falta hablar bien español”.
El último libro que ha
escrito este profesor trata sobre inmigrantes africanos. Una de sus
entrevistas fue realizada a un joven inmigrante que encontró
escondido en la estación de Chamartín - “sólo comió dos
manzanas en tres días”- y lo alimentó en su casa durante un
tiempo “hasta que desapareció”. Por otro lado, concretamente al
sur de Madrid, López menciona como ejemplo de integración a Ceuta,
donde “incluso hay marroquíes cercanos al gobierno”. En cuanto
al islamismo radical, el número tres del PP declara: “Hay
muchos inmigrantes que vienen de dictaduras y no escolarizan a sus
hijos, tampoco le dan derechos a sus mujeres, y nosotros aquí no lo
vamos a respetar, y si tienen que firmar un contrato para tener una
garantía jurídica, no me parece mal”.
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